top of page

Mi primer día en el oficio de árbitro

  • Foto del escritor: arnaucirac
    arnaucirac
  • 12 abr 2019
  • 2 Min. de lectura

ARNAU CIRAC


Hace tiempo que estoy esperando este día. Estoy muy nervioso. Parece mentira que tras toda una vida jugando a futbol, hoy vaya a hacer algo distinto en un terreno de juego. Hoy arbitro el primer partido de mi vida. Es un prebenjamín, niños de 5 y 6 años. Llego al campo y me tratan de otro modo, se nota que hoy soy yo quien impartirá la justicia en el césped. Tras hacer el acta con ayuda de un compañero con más experiencia, llega el momento. La procesión de nervios la llevo por dentro, no me gusta nada externalizar mis sentimientos, pero detrás de mi cara de seguridad se esconden muchos pensamientos y sentimientos: “¿Y si no sirvo para esto?”, “¿Y si los padres se meten conmigo?”. No sé cómo saldrá, pero ya no hay marcha atrás. Salgo al campo y veo que no estoy solo. Con la mirada busco a mi familia, que han venido a verme. Junto a la farola esta mi hermano con su novia, me miran y aplauden. Sentados en la grada consigo distinguir a lo lejos a mis padres. Soplo el silbato con fuerza y suena el pitido inicial, empieza todo. Los nervios no desaparecen y provocan que antes de señalar cualquier cosa me lo tenga que pensar dos veces, incluso me equivoco en señalar la dirección de un saque de banda. Hace mucho calor y voy en manga larga, pero no tengo tiempo de pensar en esto. Las jugadas se suceden rápidamente, tal es esa sensación que miro el reloj y ya ha terminado el tiempo. Parece mentira, pero el partido ha salido bien. Me siento distinto. He sido esa extraña figura que ejerce de juez e imparte justicia vestido con pantalón corto, y no me ha disgustado para nada, creo que aquí hay árbitro para rato.

Comments


bottom of page